sábado, 16 de junio de 2007















La Puye, 16 de junio de 2007, año de Molante

El último fin de semana estuvisteis aquí, hermanas y seglares de Errenteria, Hondarribi, Irun, Bilbo, Castro y Tafalla… Todas y todos vinisteis animados por el cariño, por la entrega a la misión de “enseñar y curar”, misión de Iglesia que nos legaron S. Andrés y Santa Juana Isabel.
Vinisteis con la ilusión de conocer o visitar estos santos lugares, donde nació la Congelación… y dejasteis una huella indeleble. Todas las hermanas recuerdan con simpatía y cariño vuestro paso por La Puye… Marsyllis, Molante y la Gruta en Maillé.
¡Qué alegría recibiros y acompañaros…! ¡Qué gozada recibir vuestra crónica del viaje y participar de vuestra entrañable experiencia!
Gracias por todo… y para que sigáis gustando lo que aquí experimentasteis… recibir la energía, que de aquí se irradia os mando uno de los poemas que leísteis y orasteis delante de la gruta.
Es un poema que escribió Sor Milagros Treceño en el 2005, cuando visitó Molante y la Gruta con ocasión de celebrar sus 60 años de profesión religiosa, de vida entregada en la Congregación.
Quiero que sea un homenaje a nuestras hermanas mayores y a todos y todas los que este año han venido o van a venir a Molante.

Roble amigo, milenario,
que, en tu avanzar tras la vida,
vas penetrando en la roca
y encuentras la vida herida.

A su dolor das abrigo
y su soledad cobijas;
la vida… ¿quién la hallará
cuando está tan escondida?

Por el sendero a Molante
asciende una Cierva, herida
del fuego que lleva dentro,
prendido en la Eucaristía.

Los gritos, que son lamentos,
llaman su atención: ¿quién grita?;
se para, mira, ¿qué es eso?
y se acerca sorprendida…

Y allí, en la profunda gruta,
una persona se agita
envuelta en la suciedad
y por un cáncer roída.

Sor Isabel se conmueve,
su gran corazón palpita
con más fuerza aún, si cabe,
al ver que le queda vida.
Ayudada de un muchacho,
tal vez de una mano amiga,
“desentierran” el “tesoro”
y lo llevan cuesta arriba.

Venid, Hermanas, a ver
lo que el Señor nos envía,
se nos abre otro camino
es Jesús quien nos lo indica:

Los solos, los marginados,
los que más nos necesitan…
los POBRES, siempre los POBRES,
han de estar en nuestras vidas.

Roble amigo, milenario,
que escondes en ti la vida,
me hablas de resurrección,
cada año resucitas.

A tus pies queda un sepulcro
de donde brota la vida.

Sería muy bueno que publicarais también
la jota de Ainoa, los versos de Maite y ¿por
qué no? la crónica del viaje.
Hay que comunicar todo lo bueno.
Un abrazo con todo cariño.
Maite Heredia

2 comentarios:

Ascen Fernandez dijo...

muchas gracias Maite por tus comentarios al viaje, la verdad es todos/as vinieron encantadas de todo.
Alguna nos dijo" He vuelto transformada por dentro"
Vamos a ver si alguien se anima a contarnos esa experiencia tan maravillosa.
S. Ascension Hija de la CRuz

Anónimo dijo...

Querida Maite:
Sor Ángeles, Sor Paula, Sor María Pilar, Sor Julia Carmen y Susana, hemos visto tu mensaje. Nos ha encantado. Esperamos tener más noticias de los demás. Gracias.