viernes, 4 de mayo de 2007

EDUCAR, ENSEÑAR ... FORMAR PERSONAS

Comienza con este un artículo de Sor Maite Heredia, Hermana miembro del Consejo General de las Hijas de la Cruz, una serie de tres artículos dirigidos a tod@s los profesores/as de los colegios de ls Hijas de la Cruz . Actualmente Sor Maite , está en la Puye (Francia) en la Casa Madre y despliega su pastoral por todas las provincias de las Hijas de la Cruz en el mundo.








Educar, enseñar, formar personas
En nuestras Constituciones el Capítulo de la misión tiene como frontispicio: ENSEÑAR… CURAR…
En los orígenes de la Congregación para rehacer el tejido social desgarrado por la revolución… para evangelizar, era necesario enseñar a los niños/as a leer y escribir.
Era un medio para que pudieran estudiar el catecismo, para que pudieran formarse como personas, para llegar desempeñar un trabajo digno y llegar a ser personas autónomas.
En aquellos tiempos la infancia acababa con la primera comunión (11/12 años) y ya los niños/as se consideraban adultos/as y debían incorporarse al mundo del trabajo. Necesitaban trabajar para poder comer y para ayudar a la familia.
Algunos textos de los fundadores:
Escritos de Sta. Juana Isabel
“… acoger a los pequeños, a los pobres, a los niños enfermos y sin recursos para enseñarles y curarles, para hacerles aprender a trabajar… ayudar a los pobres en sus trabajos… todo eso son tareas consoladoras y que me agradan mucho…”
“… en cuanto a la enseñanza, no enseñar más que la religión, a leer y a escribir, a contar y las tareas que corresponden a su estado”
“… la enseñanza es gratuita, las hermanas no reciben nada por la instrucción, pero podrán recibir limosnas…”
“… el catecismo y el trabajo son la base de nuestra enseñanza… pues si las mujeres del campo no están formadas en las tareas que les son propias sobreviene la ruina de los hogares…”
“… no estamos para formar a las señoritas sino para enseñar a los pobres. Yo no he entregado mi vida y mi fortuna sino para los pobres y para lo que conviene a los pobres…”
Al alcalde de Saumur (5 de febrero de 1825)
“Señor, me considero muy dichosa al poder secundar su celo por sus afortunados administrados, proporcionándole las cuatro hermanas que necesita para la escuela caritativa donde se instruya a las jovencitas pobres de su municipio… espero que nuestras hermanas trabajarán con fruto para el bien de sus vecinos…
Haría falta una cantidad de 300 francos para conseguir los libros de clase porque utilizamos siempre los mismos. En cuanto al resto del mobiliario es el mismo que el de los hermanos (de La Salle)…
Necesitaríamos también una pequeña suma para el equipo de ropa que proporcionamos, pues nosotras no podemos adelantarlo… respecto al mobiliario de la casa, convendría lo más sencillo y pobre posible…”
S. Andrés Huberto

“¿Qué hizo Nuestro Señor desde su entrada en el mundo? Enseñaba… curaba a los enfermos…”
“…sus obras (las de las Hermanas) son la enseñanza de los pobres del campo…”
“… para atraer a los niños a la instrucción religiosa, les enseñan gratuitamente a leer y a escribir; a contar y a trabajar, poniendo siempre el catecismo bien explicado en el primer lugar de su enseñanza…”
“llevan a sus casas el mayor número posible de jovencitas para sustraerles de la corrupción, enseñarles a trabajar y colocarlas, después de que hayan hecho la primera comunión…”
“Durante los trabajos del campo, reciben en sus casas a los niños/as, hijos/as de viudos o viudas, para dejar a sus padres el tiempo de trabajar y almacenar para el invierno…”
ESPÍRITU Y VIDA (Nuestras Constituciones)
“Jesús Vino a proclamar la Buena Noticia de la salvación: nos revela al Padre; nos revela también lo que somos y lo que llegaremos a ser por la acción del Espíritu en nuestras vidas:
hijos/as del Padre
herederos/as de la Gloria
Como el Padre envió a Jesús, Jesús envió a sus apóstoles para que fueran testigos de la Buena Noticia.
Por la fuerza del Espíritu, la Iglesia continúa la misión de Cristo y de sus Apóstoles. (64)
Nuestros Fundadores, atentos a las llamadas del Espíritu y a las necesidades de su época, quisieron continuar en la Iglesia los gestos de Jesús y transmitir sus palabras:
instruir a los pobres,
cuidar a los enfermos,
enseñar a conocer a Dios,
a vivir como hijos del Padre
En contacto con los pobres y por medio de ellos, Andrés-Huberto y Juana-Isabel recibieron la Buena Noticia. (65)
Siguiendo su ejemplo y sus enseñanzas somos enviadas a enseñar y a curar, anunciando así la salvación que nos viene por la Cruz y dando testimonio de la presencia de Dios Trinidad en medio de los hombres.
Fieles al carisma, vamos prioritariamente hacia los pequeños y los pobres… (66)

No hay comentarios: