viernes, 26 de enero de 2007

Oraciones y poesías



SEDUCIDAS POR LA LUZ (1)

En la Francia de la Revolución,
momento de guerra y gran desconcierto;
el dolor, el hambre y el desconsuelo,
impulsaban a tomar una opción.

Caminaron guiadas por la Luz.
Fueron seducidas por su llamada,
Siguieron gozosas y enamoradas
la senda de la entrega y de la Cruz.

Adoraron a Cristo Eucaristía,
fundamento de su Fidelidad,
a quien en pobres y enfermos veían.

A Él se consagraron un gran día,
en pobreza, obediencia y castidad,
viviendo con Jesús toda su vida.

SEDUCIDAS POR LA LUZ (2)

Veronique, Anne, Marie-Anne y Madeleine,
tuvisteis nuestros mismos Superiores:
de las Hijas de la Cruz Fundadores,
Santa Juana Isabel y San Andrés.

Vosotras que a dos santos os unisteis,
para vivir dadas al pobre y a Dios,
rogad que nosotras vivamos hoy,
lo que en Molante con ellos vivisteis.

Volcadas en el más necesitado,
en quien reconocíais a Jesús,
unidas a María y al Amado.

Fuisteis sencillas Hijas de la Cruz.
¡Que también hoy nosotras lo seamos!
¡Que en la pobreza encontremos la LUZ!


SEDUCIDAS POR LA LUZ (3)

Brotó entre las tinieblas de una guerra,
brotó entre el hambre y la desolación,
brotó entre la pobreza y el horror,
brotó entre las sombras y la ceguera.

Entre aquellas fuertes oscuridades,
surgió un pequeño y gran brote de luz.
A cinco jóvenes llama Jesús,
a descubrir nuevas tonalidades.

El rojo de la sangre derramada,
no sólo ya la guerra nos recuerda;
es signo de la gracia derramada.

El negro de las sombras ya clarea:
al niño, al pobre y al necesitado,
las Hijas de la Cruz mensaje llevan.


SEDUCIDAS POR LA LUZ (4)

Cinco jóvenes serán consagradas,
en aquel oratorio de Molante,
en el que Jesús acepta triunfante,
la profesión de fe de sus amadas.

Viven en pobreza como Jesús,
a los necesitados entregradas.
De los alrededores son llegadas
para ser nuevas Hijas de la Cruz.

Obedientes a nuestro Padre Dios,
de todo hombre se proclaman hermanas,
llevando al mundo el mensaje de Amor.

Han pasado doscientos años Hoy,
Dios sigue suscitando su llamada,
renovemos nuestra consagración.

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